viernes, 19 de diciembre de 2008

Las bolas de Navidad

Navidad: interesante época del año en la que todos (casi sin excepción), nos volvemos gentiles, generosos, ¡¡¡desinteresados!!! y en algunos casos, incluso amorosos con nuestros semejantes. Allá por donde vas, la gente te sonríe, te dice frases amables, saluda.
Me pregunto ¿por qué sólo ahora? ¿Tanto trabajo nos cuesta ser simplemente agradables con el resto de las personas que lo reducimos a una sola quincena al año? Da que pensar...
Por otra parte, esa fachada de amabilidad esconde unas frustraciones que intentamos consolar con consumismo y materialismo... totalmente contrario a esa espiritualidad que nos inunda y nos hace más "humanos". Consumismo que nos lleva a engordar nuestras deudas, nuestras obligaciones y nuestras ataduras con lo material, con las apariencias... a seguir engordando "la bola" en Navidad, en lugar de aprovechar para aligerar equipaje y peso para nuestro viaje.
A pesar de todo, me gusta la Navidad, al menos por unos días, olvidamos nuestras preocupaciones y nuestras ataduras para acercarnos de una manera un poco más libre, generosa y abierta a los demás (lástima que sea pasajero!!!).
Felices Fiestas y brindo por un futuro liderado por personas con valores.

jueves, 11 de diciembre de 2008

pasión, valor, determinación...

¿Cómo vivimos? ¿Soy un ser pasivo, que deja pasar el tiempo, sumido en mi rutina y que en realidad soy vivido por mi vida en lugar de decidir yo qué hacer con ella y cómo?
Vivir con pasión por lo que hacemos y emprendemos; con valor, siendo fieles a nosotros mismos, a nuestras esencias y nuestros valores y con determinación para perseguir nuestros objetivos y nuestras metas sin desfallecer ante la adversidad.
Y al mismo tiempo, ser conscientes de lo que no podemos cambiar, lo que escapa a nuestro control, que debemos aprender a aceptar y asumir, sin permitir que nos altere... no parece nada fácil.
Cierto, nadie dijo que fuera fácil, pero merece la pena, no dejarnos "llevar" por la comodidad, por la arbitrariedad, por lo "corriente". Recordemos aquello que nos diferencia, que nos hace especiales, únicos (todos somos relamente increibles, sólo tenemos que buscar dentro de nosotros qué nos hace ser singulares). Es un camino arduo, largo, sin estación de destino definida, pero gratificante, apasionante y excitante, de descubrimiento y exploración de nuestra realidad... como cuando un niño va descubriendo todo el mundo que lo rodea ¿apetece?

sábado, 6 de diciembre de 2008

Inspiración e intoxicación

Activos "tóxicos": inversiones fallidas, no rentables... origen de la actual crisis financiera que sacude mercados y economías de todo el mundo (aquellos cuya inversión será difícil o casi imposible, de recuperar). Si os fijáis... casi todos estos activos nacieron intoxicados desde su concepción (nadie tenía claro los riesgos y los beneficios)
Inspirar: "Infundir o hacer nacer en el ánimo o la mente afectos, ideas, designios". "Iluminar el entendimiento de alguien y mover su voluntad"
¿Y nuestras relaciones? ¿son inspiradoras o "tóxicas"? En ambos sentidos... ¿Nos hemos planteado alguna vez todas esas relaciones con otras personas que nos "intoxican", que nos impiden avanzar, dar lo mejor de nosotros mismos? Si las tenemos ¿puedo hacer algo por cambiar esa situación? Seguramente sí, aunque suele ser un camino arduo... cambiar intoxicación por inspiración: esas relaciones humanas, de amistad, afectivas o profesionales que nos impulsan a dar lo mejor de nosotros mismos, a buscar nuestras metas, a allanar y clarificar nuestro camino y el de lo demás... en definitiva, a desarrollarnos más como individuos y como colectivo...
Sin olvidarme de las "tóxicas" y las posibilidades de darle la vuelta (a veces el esfuerzo de uno no basta, bien sea por el poder y el estatus de cada uno, las inercias existentes) en cuyo caso... pienso que deberíamos plantearnos la situación y darla por finalizada. En ocasiones podemos descubrir que el intoxicador es uno mismo, lo que hace más fácil la transformación.
En cuanto a las "verdaderas" relaciones, las "inspiradoras" para mí, os animo a descubrirlas y cultivarlas, cuidarlas y desarrollarlas... podemos encontrarlas donde y cuando menos lo esperemos...

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Amistad, utilidad y conveniencia

¡¡¡Por el interés te quiero Andrés!!!
Frase deplorable por su contenido y por lo presente que se encuentra en multitud de situaciones en la vida cotidiana. Parece el mundo al revés: ¿cuántas veces elegimos nuestros "amigos" en función de propósitos utilitaristas y mercantilistas ("me conviene", "puedo ascender", "ampliar mi red de contactos", etc.), y una vez nos han dejado de servir a ese propósito, los hemos dejado de lado?... Nada más alejado del significado de la palabra AMISTAD: "Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato" (Real Academia de la Lengua), la definición no podía ser más completa, precisa y, en mi opinión, preciosa. ¡¡¡Basta ya!!! de pagar favores, de hacerlos esperando compensación... "DESINTERESADAMENTE" es la clave de alcanzar relaciones de amistad plenas y enriquecedoras a largo plazo, sin utilizar ni manipular al otro, compartiendo valores, más que beneficios.
Y curiosamente... el 80% de nuestras decisiones de compra no las basamos en la utilidad de la mercancía, sino en otros muchos factores más subjetivos y emocionales... Paradójico! ¿no creeis?... Os invito desde aqui a hacer un simple ejercicio de analizar un día cualquiera, cuántos gestos tenemos hacia alguien esperando una compensación tangible (material o no), y no desinteresadamente... tomando conciencia. Espero que no os llevéis sorpresas negativas, y si os ocurre... al menos podemos actuar para cambiarlo.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Aceptacion

De mí y del otro. Aceptarse a uno mismo requiere conocerse a uno mismo, y ese es un camino largo y que nunca terminamos de recorrer. Las personas cambiamos, más o menos perceptiblemente, y esos cambios requieresn que mi autoconocimiento los asimile, para así aceptarme a mí mismo y desarrollarme.
Hoy me interesa más otra aceptación: la de los otros (esta me parece más difícil). Reconozco que cuesta aceptar a las personas con las que nos relacionamos tal como son... a todos nos gustaría que se comportasen tal y como nosotros quisiéramos, pero es algo imposible; debemos aceptar a los demás como son, y, si acaso, cambiar la forma en que me relaciono para que la interacción con ellos sea más satisfactoria para ambos, sin renunciar a nuestra esencia, con asertividad y sinceridad; con un enriquecimiento mutuo.